lunes, 29 de noviembre de 2010

La chararera, el Cuchi, y los plátanos en las orejas

Estuve buscando un vídeo en el que Cuchi Leguizamon explicaba el ritmo de la chacarera. No lo encontré. Contaba algo así como que viene del sonido de dos animales; ese 3x4 junto al 6x8 no es más que el diálogo de los rococos en la charca. Así, con un animismo mágico cuenta que estos sapos son quienes, antes de que nadie escuchara, entonaban a coro la chacarera con la que el hombre aprendió a cantar.
Es curioso cómo la música de los pueblos se parece a los lugares. Hace tiempo que me parece entender una relación estrecha. ¿Qué nos queda en las ciudades? No voy a hablar aquí del rock, o de la electrónica, géneros fantásticos donde encontramos gente con mucho talento también; verdaderos compositores. Pero sí me apetece destacar esta opinión del "Cuchi" de que es muy importante el público, el buen público, no esos que parece que tienen "una banana en la oreja".
Sí, buscando el vídeo sobre la chacarera, encontré este otro en el que el tipo habla arrebatadamente contra algunos compositores y algunos consumidores de música. Lo he vuelto a ver y la acided que tiene me sigue haciendo reir. ¡Qué tipo entrañable! "Una banana en la oreja"... madre mía, qué cosas.
El reportaje se puede ver entero en youtube por partes, merece la pena, y a lo mejor por ahí está también ese otro momento del que hablaba antes... no sé, este fin de semana, quizá, con más tiempo, lo vea.

1 comentario:

  1. ¡Grande el Cuchi! Pero grande de verdad. Hace poco comentábamos en una quedada cómo los mejores temas del folklore argentino pertenecen todos (con permiso de Don Ariel Ramírez) a un mismo autor. Si uno empieza a mirar los discos, ve que Balderrama, Zamba de Lozano, Zamba del Carnaval, El Avenido y tantos otros son temas de un mismo autor.
    Este autor fue quien, al parecer, cuando estaba tocando con un conocido cuarteto cuyo nombre empieza por Los y termina por Chalchaleros se levantó y dijo aquello de ¡Con estos desorejaos no toco más!!
    Como dicen los argentinos: ¡Un tipo de aquellos...!

    ResponderEliminar