domingo, 30 de septiembre de 2018

IN MEMORIAM. D. MILTON ALBÁN ZAPATA.


Nuestro pequeño homenaje a D. Milton. "Que una gota con ser poco, con otras se hace aguacero".
Esta preciosa fotografía ha llegado a nuestro poder gracias a la familia de este gran luthier. Muchas gracias.

sábado, 29 de septiembre de 2018

El duende factor o el factor duende.

Era el mes de Noviembre y llegamos a Paris, la ciudad de la luz,de los amantes y del hada verde... pero en este viaje era sobre todas las cosas el pueblo en el que vivía Don Milton, el señor Zapata. Salimos del hotel muy temprano, y nos dirigimos al distrito universitario, nos pareció un barrio precioso, con mucha luz, muchas flores en las fachadas de las casas, realmente iba a ser un dia mágico, Paris en Noviembre y con un sol brillante ya te va dando pistas... Buscamos la 79 rue Brillat Savarin, era una calle larga y empezamos a recorrerla justo por el lado más alejado del número que teníamos que encontrar, caminamos un buen rato pensando que tal vez nos habían dado mal la dirección, pero Juan se paró un momento a escuchar y dijo: "es allí", de una ventana salia la melodía   de El corazón del Rey Inca. Llegamos a la casa, picamos y¡ nos abrió un duende!  Juan ya le conocía, pero yo no y  esa fué la primera impresión que recibí.  Era un hombre viejin, un poco encorvado, con el pelo blanco y con una dulzura en la mirada que te hace sentir inmediatamente que pisas buena tierra. Nos abrió su casa como se le abre la casa a alguien familiar, nos presentamos y desde ese momento yo me instalé en la ensoñación, muy consciente, de que estaba siendo testigo de un reencuentro entre dos personas que aman profundamente las mismas esencias, aún teniendo orígenes tan dispares... Andaba D. Milton reparando quenas de los Bolivia Manta, " las maltratan, siempre las andan estropeando",en ese momento Juan le enseñó una de sus joyas más preciadas, aquella flauta que Zapata le había construido a medida en el año 1.979 y que D. Milton tenia registrada con las medidas correspondientes, en una libretina muy vieja,como Juan Gijón. Jamás había visto una obra suya con tantos años de uso(28 años) y sin un solo rayón¡¡ Pasamos todo el dia con él y volvimos al dia siguiente, quería convencer a Juan de que nos quedáramos a vivir con él, "yo te enseño a fabricar, tú lo vas a hacer bien, detrás de mi no viene nadie, tengo mucho sitio en la casa ..."  Aquel no era el momento y nos volvimos a Gijón cargados con toda la producción de aquel pequeño duende factor que fabricaba flautas con un toque tan mágico y tan amante, que tienen la facultad de enganchar a su sonido a todo aquel humano bueno que las escucha y de volver loco, más todavia, a los flautistas buenos que las hacen sonar. No descanse usted Sr. Zapata, siga desde esa dimensión luminosa en la que se encuentra, con la tecla del La pisada en su casio, a ver si consigue en algún momento que las músicas de los pueblos lleguen con toda su dignidad a inundarnos.

D.E.P. MILTON ALBÁN ZAPATA, fallecido el pasado 15 de agosto



Alertados por el comentario anónimo de una persona a la que agradecemos mucho su aportación en este blog, nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento durante este verano de D. MILTON ALBÁN ZAPATA, gran luthier afincado en París, famoso sobre todo por la belleza y calidad insuperable de sus quenas.

Con el máximo respeto y admiración que le profesamos, reproducimos aquí las palabras que su primo ha tenido a bien compartir públicamente en su página de facebook. Descanse el paz, maestro.

"A mi primo Milton
Ha partido hacia la eternidad, desde su París lloroso sin aguacero, golpeándonos tan fuerte el corazón, Don Milton Albán Zapata.
A quienes tuvimos el honor de conocerlo y apreciarlo, nos ha dejado un ejemplo hermoso de vida digna, sincera y de lucha por los ideales. Su memoria permanecerá en nosotros, en nuestros hijos y nietos.
A mediados del siglo pasado, Milton emigró a Argentina, allí se embarcó rumbo a este viejo mundo, arribando a puerto español. Pasó un tiempo en Madrid y luego vino a París, donde se radicó, formó su familia, trabajó duro, estudió, hizo música y triunfó, permaneciendo fiel a sus ideas y convicciones.
Lo conocí personalmente en 1981 en su hogar de París. Ha sido mi maestro en muchos aspectos. En París y en Carboneras, donde él veraneaba, forjamos nuestra amistad en innumerables tertulias: nos contábamos nuestras cuitas, después de comer un cevichito, un sudadito o un lomito saltado; también tocábamos guitarra y le cantábamos a la vida y al amor.
En París lo conocían como Zapata, el músico: tocó y cantó con muchos grupos de música latinoamericana, entre otros, con el famoso trío “Los Machucambos”, el lutier: fabricaba y afinaba instrumentos andinos de viento (quenas, zampoñas), el guitarrista: acompañaba y daba clases de guitarra, el amigo: mucha gente en París se honraba con su amistad.
Ahora ya estarás tocando y cantando en el escenario de las estrellas celestiales.
¡Descansa en paz, querido primo!"
(Jose Andrés Albán Juárez)

Reiteramos nuestro agradecimiento a la persona que tan amablemente nos ha aportado esta información.

martes, 18 de septiembre de 2018

EQUÍN (que no Ecón) DE LA QUEDADINA DE SEPTIEMBRE

 Con permiso de la autoridad y sin que el tiempo lo impidiera, se celebró este sábado la quedada correspondiente a septiembre. Tras esta estúpida explicación, a medias, del título, paso a explicar la otra mitad: equin, porque va a ser muy corto, quedadina porque no voy a decir que éramos cuatro gatos, éramos seis.
Junto a los habituales como Eladio, Juan Luis, Carmen, Chema y la cosa larga de barba, o sea, yo, pudimos ver al Peque que, por un día, decidió salir del ñeru y venir a hacernos compañía. Funto y afarte.
La cena...lo habitual, casi todos los platos a gusto de los comensales. Las tartas del postre...de pecao mortal, como siempre.

En cuanto a la velada musical...en fin, con los mimbres que había, se hicieron los cestos que se pudo. Y no fueron pocos. Ni malos, a ser sinceros. La cuerda, por una vez mayoritaria, integrada por el Peque, Eladio y Juan Luis, arrinconó sin problema alguno a los soplones en una esquina. Chema y yo nos defendimos como gatos panza arriba y conseguimos hacer casi tanto ruido como ellos. Temas hubo que hasta bien sonaron. Curiosamente, se escucharon temas antiquísimos, del tiempo 'e ñaupa, folclore "raíz" que dirían algunos, o sea, los primeros temas que aprendimos y que siempre valen para relleno, como el picadillo.

Entre música, algo de alcohol, risas y planes para la corderada de octubre, la gente de La Posada Blanca, asaz amables ellos, lograron que cada mochuelo se fuera a su olivo y cada uno de nosotros al coche pertinente.

miércoles, 5 de septiembre de 2018