lunes, 16 de julio de 2018

Mujer tenías que ser, Isabel Aretz


“Me estremecieron mujeres
que la historia anotó entre laureles
y otras desconocidas gigantes
que no hay libro que las aguante” 

De esta forma, un tanto poética y rescatando algún verso contenido en el disco MUJERES, del cantante y compositor cubano Silvio Rodríguez, me gustaría iniciar un espacio en este Ayllu dedicado a tantas y tantas espléndidas mujeres, que desde su perspectiva vital, desde su esfuerzo y su talento, nos han aportado tanto.

RECORDANDO A UNA PIONERA: ISABEL ARETZ THIELE

Resumir la dilatada vida de esta maravillosa señora, se hace sumamente complicado, dada la profusión de su obra: libros, obras sinfónico-corales, monografías, artículos, reconocimientos, etc.. Así es que para intentar un pequeño acercamiento, me he servido tanto de su propia voz que podréis escuchar en los enlaces a youtube que aportaré al final como de otras fuentes* que asimismo citaré.
Digamos para comenzar que Isabel Areztz nació un 14 de abril de 1909 en Argentina e inició su andadura musical estudiando piano con Rafael González y armonía, contrapunto y composición musical con Athos Palma, obteniendo el título correspondiente del Conservatorio Nacional de Música de Buenos Aires de piano superior y composición.
Perfeccionó estudios de orquestación musical con Héctor Villa-Lobos, en Brasil, becada por dicho compositor. Estudió antropología con José Imbelloni y etnografía con Enrique Palavencino en el Museo de Ciencias de Buenos Aires. Fue discípula y colaboradora del maestro argentino Carlos Vega (fallecido en 1966). En 1968 obtuvo el doctorado en música (summa cum laude) en la Universidad Católica Argentina (UCA).  
"Desde niña estudié piano. Cuando egresé del Conservatorio López Buchardo tenía que escribir una escena de ópera y me inspiré en un compositor europeo; nuestra formación era totalmente europea. Yo era compositora y pianista. Mi mamá me sugirió que fuera a una conferencia que dictaba Carlos Vega sobre la música incaica. Fui, anoté las melodías pentatónicas y cuando terminó la conferencia, Vega se me acercó y me dijo: 'Señorita, veo que tiene interés en esta música. Puede visitarme en el Gabinete de Musicología Aborigen'. Descubrí un mundo nuevo: el de los incas, la escala pentatónica de esta música americana que yo ignoraba. Porque en el Conservatorio me habían enseñado escalas griegas, asiáticas, pero de América nunca me habían enseñado nada. Dejé la carrera de concertista y me dediqué a la etnomusicología" (Entrevista publicada en la web mundo clásico, autor Roberto Espinosa).
En 1966 obtuvo una beca Guggenheim, que la llevó a recorrer buena parte del continente al rescate de las melodías autóctonas. Su trabajo con Liscano y con su marido (Luis Felipe Ramón y Rivera, fallecido en 1992) la convirtió en pionera en la difusión de su campo de investigación, con la creación del Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore (INIDEF), con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA). Hoy esa institución se conoce como Fundación de Etnomusicología y Folklore (FUNDEF) y fue presidida por Isabel Aretz entre 1990 y 1995. También fue cofundadora de la Orquesta de Instrumentos Latinoamericanos (Odila).

En su momento Isabel se convirtió en ayudante de Carlos Vega y en 1940 conoció a Juan Alfonso Carrizo:
"Entonces vino la idea de que yo recogiera la música de las provincias en la cuales él había recogido la poesía. Porque la poesía se canta; entonces lo lógico era recopilar la música antes de que se perdiera. Los doctores Padilla y Rougés me pidieron que hiciera ese trabajo. Conseguí un grabador y vine a Tucumán a recopilar la música. Durante 4 años estuve viajando por aquí a lomo de mula y registré la música del pueblo. Había un montón de arpistas, música religiosa, todo lo que está en mi libro Tucumán que se publicó a fines del 1946".
"Entonces Juan Liscano, gran poeta que había fundado un servicio de investigaciones folclóricas, hizo que me llevaran. Cambiamos los métodos porque aquí (Argentina) recopilábamos la música que se cantaba, pero en Venezuela teníamos que registrar toda la cultura del pueblo. Trabajamos la música en la cultura; es decir, estudiamos la vivienda, cómo se fabrican los instrumentos, la artesanía, toda la parte espiritual: la música, la poesía, los bailes, las creencias, la religión 'folk', que tiene muchas supersticiones, y todo lo social, es decir por qué y cuándo se usa la música. Trabajamos en Centroamérica, en Ecuador y en África". 

En los 70, Aretz fue docente en universidades de México y Colombia. Fundó cátedras sobre etnomusicología en varios países y colaboró en revistas especializadas: su labor docente en el INIDEF (1971-1982) le permitió formar discípulos que trabajan ahora en todo el continente.
Fue, además, profesora de etnomusicología de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela y dictó cursos de cultura y tradición oral para el doctorado en Ciencias Sociales de la misma universidad. La investigación en etnomusicología y folclore se resume en una enorme producción de libros, monografías y artículos que evidencian un estudio laborioso de los materiales obtenidos con sus viajes.
Uno de sus últimos trabajos fue el libro “Música prehispánica de las altas culturas andinas”, Edit. Lumen, publicado en 2003 en el que puede leerse:
"Con este libro aspiro a desvelar un panorama musical prehispánico del área andina. Divido el texto en cuatro partes: la primera atañe a la primitiva población de América. [...] Su herencia alcanza nuestros días con los instrumentos desenterrados, y con los toques y los cantos conservados por la tradición oral. Otra parte de este libro concierne a nuestro país —el NOA (Noroeste Argentino)— y ubica culturalmente, hasta donde ello es posible, el canto y los instrumentos prehispánicos que permanecieron en uso y cuya ejecución fue oportunamente grabada. [...] Mi interés en penetrar en este mundo musical arcaico está dado por mi formación como compositora, que en plena juventud penetró en él, con un afán por hallar los cimientos musicales de nuestro país y del continente, casi siempre pendiente de Europa y de sus maestros. Ganados esos conocimientos —los europeos— nos corresponde, como músicos nativos de América latina, encontrar un camino propio que nos identifique musicalmente como se identifican los otros continentes. Este libro aspira a señalar un camino posible."
Otros libros: “Manual de folclore venezolano”( 1957), ”Manual de folclore” (1972), “El folclore musical argentino”(1952), “Artesanía folclórica de Venezuela” (1988), “América latina en su música”(1977), “Música popular de La Rioja” (1977), ”Instrumentos musicales de Venezuela” (1967), Primera selección de canciones y danzas tradicionales argentinas”(1943), “Cantos navideños en el folclore venezolano” (1962), “El Tamangue” (1970), entre otros.

Fallecida el 2 de junio de 2005, a la edad de 96 años en San Isidro, Buenos Aires (Argentina)

*Fuentes consultadas: Web investigación en etnomusicología, Diario La Nación, Letralia, Web Mundo clásico, Sitio Web Folklores del Norte, Revista musical chilena, Editorial Lumen, entre otros.

Enlaces a YOUTUBE: entrevistas y disco
Disco  “Viaje por el noroeste argentino” (1952)