El cebiche es un plato netamente peruano, hecho a base de productos marinos, los cuales son macerados con limón, sazonados con sal y ají y acompañados de cebolla, yuca o papa y camote, de acuerdo a una medida exacta de quien lo prepare. Algunos aun usan el cochayuyo como ingrediente que da el toque final a la presentación de este tan exquisito plato criollo.
Su popularidad ha recorrido todos los rincones del Perú, encontrándose que en cada región, existe un tipo de cebiche un poco diferente a la otra. Uno de los principales motivos es el ají, ya que por ejemplo en Lima nos hayamos con el "ají amarillo"; en Arequipa encontramos el "rocoto"; en Iquitos el "...del mono" y en la zona norte desde Trujillo hasta Tumbes, pasando por Chiclayo y Piura. el "limo".
A su llegada, los españoles dijeron haber encontrado que los indios se alimentaban de comidas crudas. Francisco López de Jerez, un cronista español que acompañó a Pizarro, escribiría en su relato "Verdadera relación de la conquista del Perú", que en la zona costeña "...comen carne y pescado, todo crudo". Sólo se usaba ají, sal, camote, yuyo, cancha y algunas yerbas aromáticas, en lo que parece debió ser el plato antecesor del famoso cebiche.
Otros estudiosos del folclore peruano, creen que el ceviche, ancestral como tal vez lo comerían los incas, tuvo luego una influencia llegada con los españoles, pero no precisamente de España; sino con las blancas esclavas "moriscas", descendientes de musulmanes que éstos trajeron, cautivas de sus incursiones por las costas norafricanas.
La primera deducción proviene de la palabra árabe "Silbech", que quiere decir "comida ácida". De ella parece provenir la palabra "Seviche", que también sirve para denominar un "plato ácido". Estas bellas esclavas, usaban la naranja ácida en sus platos, elemento que fue seguramente adoptado en la preparación del Seviche, que luego sería cambiada por el limón. Otra versión más moderna sobre el "ácido" nombre, dice que éste proviene de "Sea Fish", palabra inglesa cuya traducción sería pez de mar.
Lo más curioso del asunto es que el cebiche, nació pobre, para denominarlo de alguna forma. Nació esclavo como las descendientes de los moros, que ayudaron a su evolutiva elaboración. A ellas también se les debe el escabeche, los anticuchos, las empanadas y dulces como los alfajores y el turrón; platos que se pueden ver en la cocina musulmana, a los que el ingenio de nuestras propias mujeres, entre mestizas, negras y todas las gamas habidas y por haber, en el buen sentido de la palabra; le dieron más sabor, cambiando un tanto su preparación y sazón, de acuerdo a sus refinados paladares.
Pero, decíamos que el cebiche había nacido pobre y ello se debió a que no era bien visto entre las clases altas. El picor del ají, era para sus integrantes, "...un veneno". Era "...comida de indios y negros", según los cronistas de la época; teniendo que conformarse humildemente con tal definición por mucho tiempo. Otra suerte tuvieron la carapulca, los tamales, la causa y otros platos, que sí lograron incursionar sin mayor problema en la "Alta Sociedad limeña". Dicen que uno de los pocos que no tenía reparos en mostrar su predilección por el cebiche, fue el libertador Don Simón Bolívar.
Pero no todo depende solamente de la sazón para un buen plato de cebiche.
Muy importante es el propio pescado y las famosas Corriente del Niño y Corriente de Humboldt, que se han encargado de darle a nuestro océano Pacífico, la temperatura adecuada, para que la propia salmarina pueda sazonar la carne de la fauna que en él se desarrolla. En otros mares, al ser más fríos como el Atlántico, esas temperaturas tan bajas no permiten tales procesos. Nuestro mar nos provee de diferentes clases de pescado, para todos los gustos. El más humilde, el bonito que no por ello deja de ser agradable. Luego vienen los de carne blanca como, la cojinova, la corvina, la cabrilla, el robalo, el mero, el toyito, etc. y el pejerrey para los tiraditos. En la zona norte del Perú, en Chiclayo y Piura, se preparan también seviches de pescado salado como la caballa y la guitarra. En Iquitos, el paiche también hace una buena base del cebiche selvático. Y en Sullana, pudimos saborear alguna vez, cebiche de carne en los puestos del mercado.
Gran variedad de seviches, fueron luego creándose, gracias al ingenio de nuestra gente; pues no solamente es el pescado el elemento principal en su preparación. Están los camarones, los calamares, los cangrejos, las conchas, los mariscos, etc.; también está el cebiche de "muy-muy", que se preparaba en muchas casas limeñas; y lógicamente el mixto, que es la combinación perfecta de todos ellos; más sus atuendos como el cochayuyo y el camote que fueron de los primeros. Más tarde aparecerían la yuca y el choclo. Luego vendrían la lechuga y la papa. La canchita parece ser que fue una creación norteña y otros creen que este agradable maíz tostado, ya lo conocían los propios incas.
Y para asentar ese buen plato de cebiche, todavía queda la muy agradable "sangre de tigre", pura sustancia de pescado de su propia maceración con el limón en su medida adecuada, en tiempo y cantidad.
--- (Del blog del amigo Waldo García, un peruano en Asturias; a quién agradecemos la información) ---
--- (Fotos de la red) ---
Salu2
Tino Brodard
Pero en varios recetarios antiguos el seviche se hace con zumo de naranja agria y pescado precocido. De hecho parece más un escabeche. Así lo recoge también el "Libro de Petrona", publicado en 1933.
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