Ecos de la quedada del 6 de marzo

Se celebró ayer, día 6 de marzo, la tradicional juntada de primer sábado de mes.
La celebración retornaba al restaurante "Verdemar", tradicional escenario de nuestros "tantanakuys".

Asistieron: Pepe (Ayahuasca) y Belén; Juan Cánovas y Marian, Carba y Marisa, Toni (Incahuasi) y Julia, Susana (Manolo tenía guardia y no pudo asistir), Emilio, "Papi", Pepín, Jose Sésar ("El Peque"). También estuvo con nosotros Eusebio Adeba, que acudía por primera vez y a quien damos la bienvenida. Geni y yo mismo se completamos la alineación por esta vez.

En cuanto a ausencias, reseñar que una molesta gastroenteritis impidió a Tino acudir a esta cita. No asistió Paco (a causa, al parecer, del mal tiempo) Tampoco estuvo Ruphay, ni thc. Se sigue echando mucho de menos a Enrique y María.

En el apartado de nuevos instrumentos, cabe reseñar los charangos que llevaron Eusebio y "El Peque". También que -como Manolo no pudo asistir- nos quedamos con las ganas de ver la guitarra Contreras que ha comprado recientemente.

En cuanto a la música.... podría decir que un desastre, pero será preferible que diga que hicimos lo que pudimos. Ejecutamos cuanta canción se nos puso a tiro y no cabe duda de que hicimos ruido. Mucho ruido. Y unos impresionantes batiburrillos de distintas versiones de los mismos temas que mas que un "potpourri"llegaron a ser un "totum revolutum".
La primera parte (antes de la cena) tuvo bastante de clásicos andinos (No había manera de colar una zamba, ¿Verdad Marian?) Ahí todavía contábamos con el charango de "El Peque" y la guitarra de Eusebio. La segunda parte fue un poco más desmadrada (Hasta Deep Purple en quena llegó a sonar) y en general se hizo lo que se pudo, que fue poco. Bueno: en realidad no fue poco, pero sí muy malo. Faltó por completo la tradicional sección de canciones obscenas y procaces ¿Por qué sería?

En el apartado gastronómico se comenzó con un clásico (las patatas "semáforo") pero luego se registró una importante novedad. Aprovechando que el restaurante "Verdemar" lleva a cabo unas Jornadas del Bacalao, se pidió bacalao al "pil-pil". El bacalao estaba rico y bien de punto, pero a mi juicio el pil-pil era un poco "industrial" por aspecto y textura, aunque hay que reconocer que estaba rico. Volvió después la tradición en forma de costillas (excelentes) regadas con el habitual chimichurri (no muy bueno, la verdad)

Al final de la velada se nos unió Ramón ("Willi")  y sus acompañantes, que compartieron sobremesa con nosotros.

Y ya, a eso de la una y media, nos marchamos.

Como siempre, el tema queda abierto a vuestros improbables comentarios...