Era un carnaval Salteño de hace varias décadas cuando un tal Manuel Castilla y el "Cuchi" Legizamón vieron en los campos de La Poma a una mujer recogiendo flores de alfalfa.
Quedaron encantados con la imagen de esa mujer que les inspiró una canción.
Una canción que se convirtiría luego en un himno del folclore argentino: “La Pomeña”.
Una mujer que encierra la profundidad y sabiduría de las cosas más simples de la vida.
“Juntando flores de alfalfa, sus ojos negros se azulan…”
Es parte de la canción, de una lindísima historia, de una mirada sensible hacia una típica mujer del norte argentino que recogía flores de alfalfa.
La mirada de un hombre captando la riqueza de lo simple.
La letra de la canción es real. Eulogia Tapia también.
Merece la pena conocer su historia, aquí reflejada.
Interpretada por el gran Figueroa Reyes.
Interpretada por el gran Figueroa Reyes.
Salu2
Tino Brodard
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