La quedada de ayer constituyó el mayor éxito desde que se celebran (que, mira tú, hace ya bastante tiempo...)
La asistencia fue realmente masiva y sobre todo, lo más importante fue que se sumaron nuevos miembros.
Directamente del altiplano leonés llegaron Paco y Elena. De Gijón, Enrique y María y también Carlos. El resto, los habituales: Juan y Marián, Carba y Marisa, Plácido y Oliva, José Manuel y Belén, Manolo y Susana, Plácido y Oliva, Tino, Pablo, Jose Valle, Pepín, y Geni y yo.
Faltó gente. Se les echa mucho de menos, que lo sepan.
¡Ah! Tampoco estuvo Jorge Milchberg... allá él...
En el plano musical la cosa fue inenarrable. Mucha y muy buena música de todos los rincones de los Andes y buena parte de Venezuela y también folklore argentino. Quenas, Sikus, charangos, guitarras, cuatro y bombo.
En el apartado de instrumentos nuevos, hay mucho que reseñar. Enrique, Carlos y Paco presentaron sendos charangos de distintos tipos.
El de Enrique es un charango de quirquincho, con mucha pinta de ser argentino y un poquito vencido, como suele sucederles a estos charangos. El de Carlos es un charango de origen ecuatoriano, muy bonito y sólido como una roca. El charango de Paco (parece ser que comprado en Colombia) es seguramente un charango boliviano, con muchísima voz y un precioso tallado de una máscara de diablo en el fondo de la caja. Un precioso instrumento.
En las quenas, Enrique llevó su quena Zapata, muy bonita y con mayor diámetro que la mayoría de las que conocemos de ese luthier. También tiene los agujeros un poquito más grandes, lo que le da gran brillantez.
Y ¿qué decir de "La Máquina de hacer segundas voces"? Es un gran invento de José Manuel. Evidentemente, no resuelve las segundas voces en todos los tonos, pero lo que hace, lo hace muy bien.
También presentó Tino un quenacho (no recuerdo ahora el nombre del luthier) muy bonito, con muy buena pinta de quena argentina recordando mucho la estética de Vaninni.
Sorprendió gratamente el altísimo nivel como ejecutantes de los recién incorporados. Enrique y Paco tocan MUY BIEN, y además se saben todas las canciones.
La pitanza, como siempre, bien, auque tal vez se podría variar un poquito, ¿no?.
La atención de los camareros del Verdemar, exquisita. A este respecto, y aunque se sale del tema de este escrito, creo que debo reseñar una anécdota. Cuando nos disponíamos a cenar, pregunté a uno de los camareros por el resultado del Atlético de Madrid. Yo soy - Dios me lo perdone- bastante poco madridista. El camarero sí que es muy madridista. Me dijo el resultado y empezaron algunas bromas. Al final de la cena, le pedí "Un poleo atlético", y me dijo "No sé cómo, pero le voy a traer un poleo atlético". Bueno, pues cuando llegó la infusión, junto a mi taza había un imán de nevera con el escudo del Atlético de Madrid. Creo que es un gran detalle que define a un profesional. Gracias.
Antes de terminar, creo de justicia reseñar el viaje que desde León se pegaron Paco y Elena solamente para compartir la quedada con nosotros. Muchas gracias, y esperamos que os lo hayáis pasado bien. ¿Nos vemos en la próxima??
Bueno, pues por mi parte, nada más. Anímense y escriban sus comentarios....
No hay comentarios:
Publicar un comentario