viernes, 27 de agosto de 2010

El Hermoso Rio de Paria y el Santa

Huayno Peruano





En los años 70, y en uno de los primeros discos de folklore andino que cayeron en mis manos, concretamente uno de Los Chacos, titulado "Toda América Latina, Vol. 3", cantaban, con un poco disimulado acento francés, un bonito huayno peruano titulado "Rio de Paria".
Este grupo francés, con Jean Michel Cayre "Micou" al frente, fue uno de tantos que por aquella época competían por hacer llegar al mundo la maravillosa música sudamericana que tantísima actualidad representaba y tanta demanda suscitaba en aquella época en París, auténtica "Meca" del momento, en los teatros de la capital parisina, junto con otros grupos como Los Incas, Los Calchaquis, Los Koyas...enfin; de la "movida ". La misma que nos "enganchó" a tantos y tantos jovenes de aquel entonces.

Esa canción, como otras tantas, me cautivó y la escuche y toqué prácticamente durante todos los años que siguieron, hasta hoy en día, en que me hallo buscando información sobre ese tal "río de Paria", del que casi no hallaba nada.

En el reproductor de la cabecera de este escrito, se puede escuchar mi versión, grabada en plan "casero", allá por los años 90.

También se puede escuchar otra, más reciente, aqui:


Después de mucho buscar por aquí y por allá, descubro que el famoso río parece ser un afluente del río Santa, a su paso por Huaraz (Sureste).




El río Santa es un corto río de la vertiente del Pacífico, localizado en la costa norte del Perú, en la región Ancash, formando en su tramo final frontera natural con la región de La Libertad. Atraviesa el Callejón de Huaylas de sur a norte y atraviesa el Cañón del Pato, tomando un curso noreste-sudoeste hasta su desembocadura en el Océano Pacífico, al norte de la ciudad de Chimbote.

El río Santa tiene su origen en la laguna Aguash, ( 9°56′40″S 77°11′44″O) la cual se halla ubicada en el extremo sudeste del Callejón de Huaylas, a una altura aproximada de 5.000 msnm . Esta laguna a su vez, vuelca sus aguas a través del río Tuco a la laguna Conococha ( 10°07′42″S 77°16′59″O ), y discurre en dirección sudeste-noroeste, hasta aproximadamente la confluencia del río Manta, a partir del cual cambia su curso hacia el Oeste, para luego desembocar al Océano Pacífico.
Altitudinalmente, la cuenca del Río Santa se extiende desde el nivel del mar hasta la línea de cumbre de la Cordillera Occidental de los Andes, cuyos puntos más elevados están sobre los 4.000 msnm, que constituye la divisoria de aguas entre las cuencas de los ríos Marañón y Santa (Cordillera Blanca) y cuyo punto más alto comprende al Nevado Huascarán Sur (6.768 msnm); y por el lado Oeste con la Cordillera Negra, que es la divisoria con las cuencas Fortaleza, Huarmey, Casma Sechín, Nepeña y Lacramarca.
A los 2.000 m, el río Santa cambia su curso hacia el oeste, encajonándose en la estrecha garganta denominada Cañón de Pato antes de finalmente llegar a la costa y desembocar en el Océano Pacífico. El río Santa hace todo su recorrido por el departamento de Ancash, de sur a norte y en su último tramo separa a dicho departamento con el de La Libertad.
La cuenca del río Santa es una de las más grandes de la costa peruana y que tanto por la magnitud de sus recursos hídricos como por sus características fisiográficas tan particulares, ha sido y es objeto de numerosos estudios. El río Santa es uno de los más caudalosos de la Vertiente del Pacífico y en magnitud de cuenca sólo es superado por el río Chira.
Durante la estación seca de junio a noviembre, el Río Santa lleva poco caudal para utilizar en los riegos, el suministro a las ciudades o para suministro hidroeléctrico. Se han construido un par de presas para regular las fluctuaciones del río. Aguas arriba, se encuentra la planta hidroeléctrica de Huallanca, gracias a la cual la cual el Río Santa inunda con sus aguas unos de 4.900 km², más abajo otra cubre una extensión de 7,300 km².
El río Santa desemboca, después de un total de 347 km de recorrido, cerca de la localidad de Santa, 10 km al norte de la ciudad de Chimbote ( 8°58′21″S 78°38′19″O). En 1984, se descubrió polvo de oro en la desembocadura del río Santa al mar, lo que causó una fiebre del oro entre la población rural.
El escurrimiento superficial del río Santa se origina de las precipitaciones que ocurren en su cuenca alta, además, como se ha mencionado, también de los deshielos de los nevados de la Cordillera Blanca, cuyos aportes contribuyen a mantener una considerable descarga aún en época de estiaje, lo cual hace del río Santa uno de los ríos más regulares de la Costa del Perú. El sistema hidrográfico del río Santa está conformado por 19 tributarios más importantes de las cuales 17 provienen de la margen derecha y 02 de la margen izquierda.
El área total de glaciares inventariada por el Instituto Andino de Glaciología y Geo-ambiente en la Cordillera Blanca es de 724 km², que almacenan un volumen estimado de 22.600 millones de m³ de agua, pero debido a procesos de hablación (acción erosiva del hielo) en los últimos 50 años se habrían reducido en 15% de acuerdo al inventario de 1997 ejecutado por imágenes de satélite.





Cabe mencionar que la presencia de numerosas lagunas en esta parte de la cordillera, junto con el fenómeno de desglaciación y la actividad sísmica, constituyen un peligro potencial para todas las localidades de la zona.
Los últimos aluviones, especialmente el de Yungay ocurrido en el año de 1970, son una muestra del potencial destructivo de estos glaciares.
En su recorrido el río Santa describe el denominado Callejón de Huaylas, conformado por la Cordillera Blanca (llamada así por estar cubierta por nieve y glaciares perpetuos),y que corre paralela a la selva peruana y por la Cordillera Negra, que corre paralela a la costa del Océano Pacífico y pasa cerca del nevado Huascarán, en cuyas faldas está la hermosa laguna de Llanganuco. Las ciudades más importantes que atraviesa son las siguientes:
• 0 km Conococha (4.050 m)
• 62 km Recuay (3.400 m)
• 88 km Huaraz (3.090 m)
• 126 km Carhuaz (2.650 m)
• 153 km Yungay (2.500 m)
• 163 km Caraz (2.290 m)
• 205 km Huallanca (1.820 m)
• 215 km Yuramarca (1.420 m)
• 343 km Santa (20 m)

Hecho histórico

En el Río Santa en Huaraz, se esparcieron las cenizas de doña María Alvarado Trujillo, «La Pastorita Huaracina», verdadero Icono de la música Andina.
El 20 de enero de 1839 se realizó la Batalla de Yungay en la que se disolvió la Confederación Perú-Bolivia con la victoria del Ejército Unido Restaurador Perú-Chile.


(Fuente: Wikipedia)

http://www.galeon.com/tinobbrodard2/

La Historia del Perú

Hola amigos:

Para aquellos que os interese el tema, os dejo un link al índice de una página "imperdible" sobre la historia del Perú.

que lo disfruteis.

http://www.geschichteinchronologie.ch/am-S/peru/gs-index.html


Un abrazo.

Tino Brodard

sábado, 21 de agosto de 2010

El Inca Garcilaso de la Vega

Biografía del Inca Garcilaso de la Vega







Nació en el Cusco el 12 de abril de 1539. Hijo ilegítimo del capitán extremeño Sebastián Garcilaso de la Vega Vargas, conquistador de noble linaje, y de la Ñusta o princesa incaica Palla Chimpu Ocllo, bautizada más tarde como Isabel.

Durante los primeros años de su infancia, se crió cerca de su madre y parientes maternos, quienes le enseñaron el quechua y le hicieron conocer toda la grandeza del Imperio incaico. A los 13 años, ingreso a la escuela de Mestizos de Juan Cuellar y aprendió latín y la fe cristiana.

De joven, se desempeñó como secretario de su padre, cuando éste era Corregidor en el Cusco. En 1557, sufre cuando su padre, en acatamiento a un mandato real, contrae matrimonio con la dama española Luisa Martel de los Ríos. Su madre se ve obligada a abandonar la casona donde habitaba.

Dos años después, muere el padre y Garcilaso viaja a España para estudiar y reclamar su herencia. En esta última gestión fracasa. Incursiona en el ejército español, combate contra los moros en 1569 y obtiene el grado de capitán. Posteriormente, cambia las armas por las letras.

Su madre muere en 1571. El sigue escribiendo a parientes y amigos del Perú. Recaba datos y completa informaciones que le sirven para publicar su famosa obra "Los Comentarios Reales" (1609). Cumple así "La obligación que a la patria y a los parientes maternos debía".

En 1612 se ordena de clérigo. Garcilaso murió a la edad de 77 años, en el mes de abril de 1616, probablemente el día 23.


Más información : http://es.wikipedia.org/wiki/Inca_Garcilaso_de_la_Vega

http://www.galeon.com/tinobbrodard2/

jueves, 19 de agosto de 2010

Tino Brodard - El Cóndor Pasa

Os dejo uno de los últimos videos que colgué en Youtube, en el que interpreto "El Cóndor Pasa", y que ya era como una obligación para mí, tratándose de una canción tan emblemática y representativa del folklore que tanto amamos los seguidores de esta música.

Como ya es conocido y consta en la introducción del mismo, la autoría del tema es de Daniel Alomias Robles, y la versión bastante próxima a la realizada por Jorge Milchberg, si bien yo incluyo una parte de zampoñas (sikus) que le confieren un aire más "andino", si cabe.

Lo acompaño con imágenes de mi querido Perú, correspondientes a sus zonas bien diferenciadas de Montaña, Selva y Costa ( Lima).

Espero que os guste.







Salu2.

Tino Brodard

jueves, 12 de agosto de 2010

Sobre Daniel Alomia Robles

EVOCANDO A DANIEL ALOMIA ROBLES Y "EL CONDOR PASA"



Llovía impetuosamente el día que partía cuando por última vez visité Huánuco. Como un presagio la noche quieta y diáfana del día anterior me había instigado a recorrer silenciosamente algunos jirones, pasajes, esquinas, plazas, el malecón y la alameda, y me permitió contemplar con gran fruición el ensueño pausado y sincopado de la ciudad, su dormitar de viejo cachorro que observé con la melancolía de quien se sabe volverá a ser solitario. En la Catedral, a la cual ingresé pocas veces a lo largo de mis años, un grupo de niños vocalizaban el Offertorium “Reges Tharsis” -un monódico pero sendo canto gregoriano-, un himno de voces que me hizo evocar al gran maestro don Daniel Alomía Robles, que cuando niño, integrara también el coro de la catedral de Huánuco. Por esos días conversaba con un grupo de amigos acerca de la importancia de este creador y genio, cuyo importante legado de compositor y recopilador musical contiene conceptos innovadores de música y está dedicada a fortalecer nuestra identidad cultural. El corpus de su obra, que poco se difunde, ha escrutado profusamente la tradición musical incaica y los aires rítmicos que permitieron el desarrollo del folclore nacional. A manera de homenaje, trataré de recopilar en este post, una serie de datos desperdigados de uno de los mayores y notables músicos que mucho hizo por la cultura de nuestro país y de manera perseverante.

Viajero incansable desde los 15 años, (nació en Huánuco en 1871) recorre el Perú desplazándose por los más anfractuosos paisajes de la serranía, recopilando en su periplo, coplas, letrillas, poesía y música que se transmitían de generación en generación, compilando esas melodías ancestrales -que se hubiesen perdido de no mediar su intervención-, y atesorando instrumentos musicales y ceramios alusivos del quehacer musical de las antiguas culturas peruanas. Afincado en Lima desde los 13 años, a instancias de su madre, doña Micaela Robles, en 1887, en plena adolescencia, conoce al maestro Manuel de la Cruz Panizo, un negro liberto, maestro de música sacra de varios conventos y monasterios de Lima, quien lo instruye en el solfeo y en el canto coral. Tiempo después, Panizo lo contactaría con el compositor italiano Claudio Rebagliati, radicado en el Perú, para que prosiga sus estudios de piano, armonía y composición.

De manera paralela a su formación instrumental, por curiosidad científica concurre como alumno a la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Marcos entre 1892 y 1894, e inicia en 1895 una exhaustiva labor de investigación de la música peruana que será la substancial dedicación de su vida, salvaguardando del olvido -gracias a sus conocimientos de algunas lenguas nativas- ritmos y melodías tradicionales, además de leyendas y mitos del período de la colonia y de la época de los incas.
Infatigable compositor de honda raigambre andina, sus conceptos musicales diferirán radicalmente del academismo imperante en la época. Fue, sin lugar a dudas, el primer compositor peruano y, tal vez, latinoamericano, que basó su trabajo de constructor musical en la investigación y estudio constante de los materiales sonoros nativos, específicamente andinos, es decir aquellos que definen como afirmara don Manuel González Prada, "...el verdadero Perú... la nación formada por la muchedumbre de indios diseminados en la Cordillera".

Su trabajo creativo encontró en los géneros populares, en la canción y en las breves piezas pianísticas, efectivos canales de expresión mezclados en sencillas y espontáneas estructuras formales. Obviamente, en sus trabajos más elaborados: obras de cámara, sinfónicas y dramáticas, no pretendió alcanzar las complejidades, deleites estilísticos, variaciones académicas o tratamientos convencionales de las concepciones y tendencias europeas, sino más bien forjar magníficos testimonios de una fidedigna búsqueda de dicción musical peruana.
Si, aparentemente, sus méritos de recopilador opacaron su indiscutible genio creador, es necesario establecer que su labor de musicólogo únicamente constituye un sólido complemento y fuente de inspiración para la del compositor. Alomía Robles no sólo nos ha legado una estupenda colección de melodías nativas sino ha logrado, como compositor -lo trascendente en él- una propuesta espléndida, pura y espontánea en el manejo de los materiales sonoros andinos, propuesta visionariamente ligada al quehacer del músico peruano del mundo contemporáneo.

De su obra, que consta de 696 piezas folklóricas, 140 composiciones (zarzuelas, óperas, y creaciones musicales disímiles) y entre 60 a 70 poemas quechuas traducidas al español, se destaca por su difusión, por sus cientos de versiones, por haber y seguir siendo ejecutada miles de veces por intérpretes y grupos de muchos países, la melodía de El Condor Pasa, fragmento de una zarzuela que compuso en 1913, en cuyas letras -escrita por Julio de la Paz- se plasma una desgarradora denuncia social, aspecto mayoritariamente ignorado[1]. El argumento teatral que trataré de resumir –de Julio Baudoin, seudónimo de Julio de La Paz- transcurre en la región minera de Cerro de Pasco, en los Andes centrales peruanos a principios del 900. En la mina de Yapac se enfrentan déspotas y esclavos. Un joven rebelde trabaja con un grupo de mineros; es Frank, hijo de María y, aparentemente, de Higinio, con quien discute sobre el supuesto “destino” al cual tienen que obedecer sin alternativas. Su “destino”, mas allá de haber nacido “indio rubio” –jachacholo- es liberarse del yugo impuesto por sus señores, que desde el momento mismo de la obtención de las minas adquieren también, junto con el predio, a los habitantes del lugar, como si fuesen cosas accesorias; “Como bestias nos tratan”, se queja Frank; pero, la actitud de Higinio es la de justificar las relaciones de explotación, ya que con ellos al menos comen, dice, y le aconseja resignarse. Mucho después, cuando Frank se entera que, la mina en la cual se deshacen y desfallecen fuera descubierta por Higinio, -y que desde aquel entonces el ultimo cóndor que por ahí pasaba voló sobre sus chozas para luego perderse en las alturas y no reaparecer-, Mister King –uno de los dueños de la mina-odiado por los trabajadores, muere aplastado por una inmensa piedra que le arroja Higinio, al cerciorarse este de que el verdadero padre de Frank no es él, sino Mister King. Pero inmediatamente surge Mr. Cup, su socio, quien hiere a Frank. El muchacho se defiende y mata a su agresor. En la escena final un cóndor pasa majestuoso, y ante esta visión, los mineros disipan sus temores ante la incertidumbre del “que hacer ahora”. “Amparémonos en sus alas –dice Frank- el también se va libre de los rubios y quiere reinar en nuestro cielo (…) sintámonos cóndores, seamos como él en la inmensidad de la tierra”. El cóndor se pasea en el escenario teatral acompañado por la melodía que ya todos conocemos y que ya se había escuchado anteriormente en el pasacalle de la fiesta campesina; pasa el cóndor, vuela en el cielo como un símbolo andino de libertad… Este planteamiento argumental desarrollado en la zarzuela, la puja entre explotadores y explotados, era una novedad estrepitosa en el teatro, si bien había sido ya tratado en las novelas románticas de Narciso Aréstegui ("El padre Horán”), Mercedes Cabello de Carbonera (“Blanca Sol” y “El conspirador”) y Clorinda Matto de Turner (“Aves sin nido”), pero en 1913 y bajo la presidencia del magnate Guillermo Enrique Billinghurst Angulo, fue de un impacto fulminante. En el teatro Mazzi se lo representó dos mil veces a lo largo de cinco años. De los ocho fragmentos musicales, el que más éxito tuvo es la cashua, que se sigue tocando hasta el presente en muchos países del mundo, siendo un 'hit' entonado en idiomas muy diversos. Hacia 1965 Paul Simon le puso letra a esa melodía final y fue grabada como obra suya por el dúo Simon & Garfunkel, sin siquiera mencionarse a Daniel Alomía Robles. Al año siguiente, la familia del músico entabló una acción judicial y las cosas se pusieron en su lugar: Alomía Robles autor de la música y Simon de la letra. No obstante las “letras” de Paul Simon nunca serían consentidas ni cantadas –vaya uno a saber por que- por ningún grupo andino…

Escuchar "El Condor Pasa"; la melodía oída por nosotros alguna vez, una suerte de himno cuyos fragmentos instrumentales constan de tres partes: Yaravi, Pasacalle o "Fox" Incaico y Fuga de Huayno; es como abrir un atlas para calmar nostalgias añejas parapetadas en los atardeceres, es como librarse de la ausencia y de la dulce zozobra de un quejido diluido en la médula roída de un café mustio… ¿ustedes saben lo que significa extrañar una ciudad escuchando mentalmente las cashuas[2] del gran Daniel? Cuando ello ocurre, en mí, Huánuco es un disco figurado del preeminente Daniel Alomía, un disco que busco insistentemente, remasterizado o digitalizado en los estantes de las disqueras... aunque el lugar donde debiera estar alineado alfabéticamente, siempre esta vacío, sin referencias, desierto; ante esa contrariedad –como un lenitivo- la memoria y la sensibilidad hacen que eclosionen en mi nariz unas ligeras fragancias de retamas, ficus, cantutas y eucaliptos… Camino, camino mucho y desconcertado, tratando de encontrarlo, mas allá de que la pesquisa sea por ahora inútil; pero es mejor así, ya que mantengo viva la ilusión de escuchar generosa y enriquecida música, como también la esperanza de regresar siempre a Huanuco, para perderme en sus ancestrales usanzas, en ese su otro estilo y disfrute calmo de la vida, en su otra visión de lo festivo, en el color atávico de sus costumbres, en esa ciudad que dormita como viejo cachorro en el centro y en lo profundo de nuestro rememorado terruño.

(Por RICHARD LEANDRO COZ, lector de “Trilce”. Devoto de Esteban Pavletich. Huanuqueño. )

[1] Para entender hasta qué punto utilizaba Alomía Robles el folklore peruano, debemos decir que la apertura de la melodía de esta cashua es un canto de amor de Jauja, cuyo texto en quechua dice: “Huk urpichatam uywakarkani” y fue publicada en el célebre libro “La música de los incas”, de los esposos D'Harcourt en el ejemplo musical N. 47, p.303, editado en París en 1925, doce años después del estreno de la zarzuela en Lima. Los tres primeros compases de la canción jaujina son idénticos, pero luego la melodía cambia totalmente. Por ello, no se puede decir que no haya auténtica creación, como variación de un tema popular, por parte de Alomía Robles… Gracias a la iniciativa de este compositor esta melodía se da a conocer y se difunde más allá de las fronteras del Perú, al punto de que otros países hermanos, infundadamente, trataron de adjudicarse su dominio en virtud de dizque cierta heredad precolombina, cuando no es así. Es peruana de cabo a rabo.

[2] La cashua, es una danza donde un corro de hombres y mujeres asidos de la mano, bailan desplazándose lenta y suavemente ejecutando un zapateo suave y elegante. Esta danza sólo se realizaba y consumaba en las grandes fiestas; contiene ritmos instrumentales donde fulgura la quena escoltada con instrumentos de percusión. El ttacteo, del verbo quechua ttactani, (patear) es un floreo vivaz insertado a menudo en la cashua, ya que consiste en un rápido y breve golpeteo de los pies sobre el suelo, sin cambiar de lugar. Es una danza de mucha gracia que exige una gran habilidad de los ejecutantes que bailan separadamente y que cada tanto se sujetan de las manos. En el incario, la música, el canto y la danza en conjunto recibían el nombre genérico de taqui, palabra que estrictamente, significa canto. Allí se conjugaban sonidos, cadencias, literatura y plasticidad corporal. Había infinidad de danzas, todas las cuales siempre estaban relacionadas con las fiestas rituales y agropecuarias En los documentos más antiguos y fidedignos de reputados cronistas de la época de la colonia, se mencionaban el jarawi, el huayno o huayño, la llamaya (danza pastoril); el harahuayo (danza de agricultores); la cashua o cachua (danza de alegría y galanteo); el haylli arahui (taqui de victoria guerrera), el tatash (danza agrícola), el auca (danza campestre), entre otros.
Publicado por Richard LEANDRO-COZ

En los siguientes enlaces se puede verse y escucharse nada más y nada menos que la versión original de la obra completa de Daniel Alomías Robles, interpretada en vivo por varias orquestas y artístas peruanos.(La melodía original de "El Cóndor Pasa" se puede escuchar al comienzo de la parte 3ª).

No dejen de leer y agradecer los comentarios tan interesantes y completos de los videos, gracias al usuario de Youtube AVIRUKÁ .

http://www.youtube.com/watch?v=InHFKYcB1EQ

http://www.youtube.com/watch?v=Mg3v8W7bhyQ&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=rIYPqc4DpFU&feature=related


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Murió el gran cineasta Armando Robles Godoy

Ayer, y tras sufrir un paro cardiaco posterior a un atropello sufrido hace unas semanas, murió a los 87 años uno de los genios del cine más emblemáticos del Perú.

Según algunas opiniones en su necrológica, Armando Robles Godoy fue EL CINEASTA del Perù, por antonomasia.
Su original estilo de hacer cine lo ubica tambièn como uno de los màs grandes directores del cine mundial.


Descanse en Paz.


Aunque no aparece en muchas citas, por extraño que parezca, quiero destacar uno de sus aspectos menos conocidos :

Armando Robles era hijo de Daniel Alomia Robles, el compositor de la obra que daría lugar al tema más conocido a nivel mundial del folklore Peruano y sudamericano en general: "El Cóndor Pasa".

El cóndor pasa es una zarzuela cuya letra es obra de Julio de La Paz (seudónimo de Julio Baudouin y Paz). Fue registrada legalmente en 1933.


Oh majestuoso Cóndor de los Andes,
llévame, a mi hogar, en los Andes,
Oh Cóndor.
Quiero volver a mi tierra querida y vivir
con mis hermanos Incas, que es lo que más añoro
oh Cóndor.

En el Cusco, en la plaza principal,
espérame
para que a Machu Picchu y Huayna Picchu
vayamos a pasear.



Esta zarzuela incluye la famosa canción homónima basada en la música tradicional andina del Perú, donde fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2004. Esta canción también posee el honor de haber sido incluida en el repertorio del Disco de oro de la Voyager, enviado en 1977 en las sondas espaciales Voyager al espacio profundo, como parte del patrimonio musical que eventualmente podría representar a la humanidad ante especies extraterrestres.

La zarzuela transcurre en un asentamiento minero Yapaq de Cerro de Pasco y constituye una obra de denuncia social. Es la tragedia del enfrentamiento de dos razas: la sajona y la indígena. La explotación de Mr. King, dueño de la mina, llega hasta la venganza de Higinio, que lo asesina. Pero, sustituyéndolo, llega Mr. Cup y habrá que luchar nuevamente. El cóndor que vuela en las alturas, es el símbolo de la deseada libertad.

Armando Robles Godoy, hijo del compositor de la obra, escribió una nueva letra para el condor pasa, basándose en la versión de Paul Simon que alcanzo fama internacional y erróneamente dió la autoría a este cantautor americano.

La nueva letra decía:


Prefiero ser un cóndor que un gorrión
y volar sin soñar y sin canción.
Prefiero ser un árbol que una flor
y crecer sin temer y sin dolor.
Buscar sin encontrar jamás
sin descansar sin fe ni paz.
Partir y nunca regresar y así vivir
y así pasar. Y así pasar.
Prefiero ser el beso que el amor
y olvidar sin llorar y sin rencor.
Prefiero ser la lluvia sobre el mar
y morir sin sufrir y sin cesar.
Buscar sin regresar jamás
sin encontrar sin fe ni paz.
Partir y nunca descansar y así vivir
y así pasar. Y así pasar ...


La canción El cóndor pasa aparece al final de la obra. Es una cashua (danza similar al huayno), y los primeros compases de la melodía se basan en la canción de amor tradicional Huk urpichatam uywakarkani, originaria de Jauja, y escrita en quechua.

Letra en quechua

Yaw kuntur llaqtay urqupi tiyaq
maymantam qawamuwachkanki,
kuntur, kuntur
apallaway llaqtanchikman, wasinchikman
chay chiri urqupi, kutiytam munani,
kuntur, kuntur.

Qusqu llaqtapim plazachallanpim
suyaykamullaway,
Machu Piqchupi Wayna Piqchupi
purikunanchikpaq.








Saludos.

Tino Brodard

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lunes, 9 de agosto de 2010

Ecos (mudos) de la quedada de agosto

El sábado, día 7, se celebró la quedada correspondiente al mes de agosto.
Mala fecha son las vacaciones para las quedadas... Y eso se notó claramente en la asistencia, que fue muy reducida.
Por razones que todo el mundo conoce, no estuvo Tino. Le esperamos -y bien acompañado- para próximas quedadas. También hubo otras ausencias entre los habituales. No estuvieron Carba y Marisa, Manolo y Susana ni Pepe y Belén. Tampoco estuvo nuestro Thc (Jose)

Resumiendo: Asistimos José Luis Sésar (el Peque) Juan Cánovas y Marian, Toni y Julia, Irene y también Geni y yo.

Quedábamos, pues, muy restringidos en el plano musical, pero no así en el gastronómico. Ese fin de semana se celebraban las fiestas de La Providencia y el restaurante Verdemar celebraba unas Jornadas Gastronómicas del Cordero "a la estaca". El paisaje era maravilloso. Ocho o diez corderos, estaqueados de diversas formas se arremolinaban bailando una singular danza prima alrededor de una hoguera. Y claro, no pudimos resistirnos a sus encantos. Así que cambiamos el tradicional menú para darles alojamiento en nuestros platos. La parte gastronómica quedó así:
- Patatas "semáforo"
- Costillas de cerdo
- Costillar y paletilla de cordero.
- Todo ello regado por un Rioja "Montecillo" que estaba MUY rico

En el plano musical, como dije, no hubo nada. Estábamos en cuadro y además (y casi por primera vez en el tiempo que llevamos parando por allí) había varias mesas ocupadas, y no era plan de ponernos a amargarles la cena.
El escaso número de participantes hizo que ni siquiera pudiéramos prepara el tema Yana Ñawicha que Irene iba a interpretar el lunes, día 9, en Begoña. Menos mal que ella fue precavida y les había dicho a las organizadoras que seguramente no podría cantar...
... Así que a eso de las 12 y media, y sin esperar siquiera a que nos apagaran la luz, nos fuimos.

Y ya tá.... eso fue todo en esta atípica y silenciosa quedada.

PS: Yo hace ya tiempo que lo considero imposible, pero no estaría de más que unos días antes de la quedada dijéramos quienes no tienen pensado asistir. Tiemblo al imaginarme la cara de Paco si después del viajecito llega y se encuentra con aquel panorama.... Ustedes mismos...